lunes, 26 de enero de 2015

Mi súper héroe tiene por nombre papá

De niño uno siempre tiene súper héroes en los que sueña en convertirse desde Superman hasta el Hombre plástico.

En mi caso mi héroe se llamaba Marcelino Osorno Osorno.

Nunca entendí como podía lidiar con nosotros después de haber lidiado cono 60 o más estudiantes al día.

Por eso le escribo esta carta para que agradecerle lo soy.

Mi agradecimiento es porque:

Me enseño a que se puede ser feliz a pesar de las carencias que se puedan tener.

Me enseño que la mejor manera de crecer como persona es estudiando, no para ascender sino para para aprender de los demás.

Me enseño que uno siempre tiene que lo luchar por sus ideales, a pesar que eso me llevo a tener muchas discusiones con él mismo.

Me enseño que el amor de familia y especialmente entre padre e hijo va más allá de la genética.

Me enseño que tenemos que aprender a reírnos de nosotros mismos.

Me enseño que el trabajo duro y comprometido hace que logres tocar las vidas de muchos otros seres humanos.

Me enseño a ser proactivo y siempre estar colaborando con diferentes causas.

Me enseño que la verdadera educación es la que transciende y que va más allá del conocimiento teórico dado.


Y me enseño a que si uno vive como él lo hizo no hay porque tenerle miedo a la muerte.

Gracias papi por todo.